Mostrando entradas con la etiqueta feudalismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta feudalismo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 4 de junio de 2008

Edad Media y Feudalismo... ¡Ah!, y vagancia.

Pues verán, aquí está lo que entregué esta mañana. Y no, no estoy contenta. Me parece muy mal hecho; pero en fin, es lo que logré hacer con toda esta vagancia que siempre tengo encima. Le añadí un poco más en el último momento. Espero tener al menos un 15/20, porque realmente me va mal en esa clase. Y no es porque no pueda hacer mis trabajos: es que la misma vagancia no me permite concentrarme en mis trabajos y, al final, ni siquiera los entrego. Sólo he entregado dos de las cinco tareas que van hasta ahora, y las clases se terminan más o menos dos semanas. No sé que voy a hacer sobre eso, pero si fallo, será por mi culpa... Por mi propia culpa.

La Edad Media y el Feudalismo

  1. Explique qué es el sistema de barbecho y sus inconvenientes.
    El sistema de barbecho, más utilizado en Europa desde la Edad Media, se refiere a una técnica agraria en la cual una tierra es dejada en reposo y arada por un período de tiempo de alrededor de uno o dos años (a veces más), con el propósito de que se recupere y una vez más se vuelva propicia para el cultivo. El barbecho aumentaba la rentabilidad de las tierras.

    Existen dos tipos de barbecho: el labrado, y el sin labrar. En el labrado, las malas hierbas son eliminadas. En el mismo existen dos tipos de labrado: el químico, en el que se utilizan pesticidas, y el mecánico, que se considera más efectivo.

    Hoy en día, la técnica de barbecho sigue siendo utilizada en la agricultura de algunas regiones del mundo, y se sigue considerando muy efectiva. La efectividad del barbecho, sin embargo, depende del tipo de suelo, entre otros factores. En la mayoría de los casos, el resultado de esta práctica es positivo, pero hay ocasiones en las que puede ser negativo.

  2. Describa la sociedad feudal.
    Durante los tiempos del feudalismo (siglos IX al XV), la sociedad contaba con tres clases que, según la Iglesia, eran así por orden del mismo Dios: los servidores de Dios, los combatientes, y los trabajadores.

    Estas tres clases se subdividían en privilegiados y no privilegiados. Los privilegiados, a diferencia de los no privilegiados, no pagaban impuestos. Entre los privilegiados estaban el Rey, los señores de los feudos, los eclesiásticos y los caballeros. El primero, por supuesto, era el Rey; luego estaban los del Alto Clero, que se componía de arzobispos, obispos y abades; el Bajo Clero, compuesto por curas y sacerdotes; y la nobleza, con sus señores y caballeros. Los no privilegiados eran la burguesía, los artesanos, los sirvientes y los campesinos (colonos y aldeanos). Estos debían pagar impuestos y alguna clase de “tributo”, u obediencia, a los señores de cuya tierra dependían y, como la clase más baja en esta estructura social, se encargaban de sostener a las otras.

    Para los cargos eclesiásticos, el poder y la posición de la persona dependían de su procedencia social. Para los caballeros, no había señor o compromiso político que los atara, así que tenían la libertad de elegir con quien estaban, pero su deber era militar, en especial el de defender. La forma en que un individuo se hacía caballero variaba dependiendo del lugar, pero por mucho tiempo, hubo dos formas de volverse caballero: la primera, por las hazañas del individuo, y la segunda, por procedencia noble. Entre los no privilegiados, estaban los campesinos libres y los siervos. La diferencia entre ellos estaba en su dependencia de los señores para los que trabajaban, y cuántos tributos o favores debían pagarles. En este caso, los siervos poseían menor libertad que los campesinos libres.

  3. Describa, en forma clara y concisa, y explique el pensamiento fundamental que San Agustín plantea en La Ciudad de Dios.

    En La Ciudad de Dios, San Agustín de Hipona intenta, principalmente, contradecir dos ideas. Durante su tiempo, la ciudad de Roma, para entonces el hogar del Papa y la cede del Cristianismo, había sido invadida por los bárbaros (Alarico I; caída de Roma), mezclándose así lo paganos con los cristianos. Por esta razón, los paganos insistían en que todo lo ocurrido era culpa del dios cristiano y de la prohibición de la práctica politeísta. También aseguraban que, si adoraban a los dioses antiguos, todo mejoraría en sus vidas, ya que ellos los protegerían. En su obra de 22 libros, San Agustín se opone a tales ideas, y señala a la Ciudad de Dios, en comparación con la Ciudad Pagana, como la mejor de las dos, explicando sobre sus respectivos orígenes, desarrollo y final, con el fin de apoyar sus opiniones.

Si eres profesor(a) o maestro(a), y te gustaría comentar, adelante. Es más, si eres psicólogo(a), tus comentarios son tambíen muy bienvenidos. Los agradeceré siempre que vengan de alguien que desea ayudar de alguna manera.